El eminente genetista George Church plantea "resucitar" mediante técnicas de ingeniería genética a nuestra especie hermana: Homo neardentalensis, extinguida hace unos 28000 años y con la que compartimos los ecosistemas del sur de Europa durante 20000 años hasta que desaparecieron.
Seguramente nunca se llegue a hacer este experimento, pero resulta realmente estimulante que científicos de relieve planteen seriamente esta posibilidad.
Esto no es un problema trivial, pero tampoco es una quimera fruto de una mala resaca. En mi opinión el problema no es técnico, porque al ritmo al que avanza la biotecnología se podría conseguir en un plazo relativamente breve. Es un problema de tipo ético: ¿podemos tratar a otra especie humana con criterios bioéticos diferentes a los que utilizamos respecto de nosotros mismos?
Un último dato para la reflexión: aunque hay cierta discusión sobre si tenían un lenguaje como el nuestro, enterraban a sus muertos, desarrollaron manifestaciones artísticas y... tenían una capacidad craneana ligeramente superior a nosotros (1550 cc). Se extinguieron, pero quizás fueran más inteligentes que Homo sapiens.
En la imagen aparece en la parte izquierda Homo sapiens y a la derecha H. neardentalensis.
Si quieres leer más te recomiendo el artículo de Javier Sampedro (Neander Park)publicado en El País que puedes encontrar al pie de esta entrada del blog
neander_park.pdf |